El cuidado del cabello no es únicamente cosa de las mujeres. Puede ser que no tengas el pelo tan largo como tu pareja, pero eso no significa que debas dejarlo crecer sin ningún tipo de control. No es solo un tema de estética, es también una cuestión de higiene y de cuidado del cuero cabelludo, sobre todo en los próximos tres meses, cuando el calor aprieta.
Todos sabemos que la exposición excesiva a los perjudiciales rayos ultravioleta del sol daña nuestra piel, pero no nos podemos olvidar que ocurre lo mismo con nuestro cabello, que dicho sea de paso, también se vuelve débil y quebradizo con el cloro de la piscina. Afortunadamente, existen una gran variedad de productos para el cabello especialmente indicados para proteger el cabello del sol y de las altas temperaturas. Con ellos, junto con unos pequeños consejos que te vamos a dar a continuación, conseguiremos que llegues al mes de octubre sin notar ningún tipo de cambio en tu aspecto.
Utiliza, en la medida de lo posible, un champú que no lleve sulfatos.
Cuando lavamos nuestra cabeza con un champú con sulfatos, este atrapa la suciedad, pero una vez nos aclaramos, junto con el agua y el jabón también desaparecen parte de los aceites naturales del cuero cabelludo. Esta es la razón por la cual no es recomendable usarlos como nuestro champú frecuente, ya que se llevan gran parte de la hidratación de nuestro cabello, dejándolo deshidratado, seco y quebradizo.
Aplícate un buen sérum en el cabello.
Los sérums se aplican al final del lavado y actúan como un escudo frente a los rayos del sol y el calor del verano. Contienen, en su mayoría, vitaminas y componentes que hidratan durante todo el día, reparan, dan brillo, mantienen el pelo suave y sellan las puntas abiertas, evitando así el encrespamiento.
No debes olvidarte del acondicionador.
El cabello se vuelve opaco y débil durante el verano, ya que el sol puede llegar a absorber la mayor parte de la humedad. Una buena manera de evitar esto es incluyendo el acondicionador capilar en la rutina de tu ducha diaria para, al igual que comentábamos con el sérum, evitar el cabello seco y encrespado.
Protege el cuero cabelludo del sol.
En verano los sombreros y gorras dejan de ser un simple complemento que combina con nuestro atuendo, para pasar a ser una necesidad. Todos ponemos especial cuidado en proteger nuestro rostro y cuerpo de los rayos ultravioleta, pero en demasiadas ocasiones acabamos olvidándonos de la cabeza. Esta parte de nuestro cuerpo, al que no le hacemos demasiado caso, necesita la misma protección contra el sol, con el agravante que en esa zona no nos podemos poner cremas. Así que ya sabes: con las sandalias, los pantalones cortos y la camiseta… no olvides tu gorra.
Evita secarte el pelo.
Una buena forma de secarte el pelo, sobre todo cuando comienza el calor, es secándolo al aire. La verdad es que sería ideal que realizar esta acción durante todo el año, pero… ¿quién se atreve a no utilizar el secador en pleno invierno a expensas de pillar un medio gripazo? Si por un tema de tiempo es imposible poder prescindir del secador, recuerda que debes ponerlo a la temperatura más baja posible, y deja el cabello levemente húmedo para asegurarnos que no lo secamos en exceso.
Añade a tu dieta alimentos con vitaminas, minerales y bebe mucha agua.
Nuestro cuero cabelludo se reseca al igual que nuestra piel, por lo que es importantísimo beber mucha agua a diario. Asegúrate que bebes los 2 litros de agua al día, sobre todo si haces ejercicio o vives en un lugar que haga mucho calor, como el que sufrimos cada año en Zaragoza. Por otro lado, las vitaminas C y E son necesarias para mantener nuestra piel en perfecto estado durante todo el verano. Pero… ¿sabías que también son beneficiosas para tu cabello? La vitamina C ayuda a la producción de colágeno, clave paraa salud de la piel, el cabello y las uñas, nutriendo los folículos pilosos para asegurarte que tienes un cabello sano desde la raíz hasta la punta.
Sea como sea, este verano protégete del sol y del calor: tu piel y tu cabello te lo agradecerán
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