¿Cómo vamos a cortar hoy el pelo? Esta es una de esas típicas preguntas que estamos seguros que habrás oído en innumerables ocasiones, cada vez que has visitado una barbería. Si tu respuesta es lo de siempre, ya te decimos de antemano que es desacertada, a no ser que lleves muchos años visitando a tu peluquero, confíes mucho en él, y este conozca tus gustos como la palma de su mano. Debemos partir de la base, que es necesario tener una comunicación fluida con el barbero al que habitualmente vamos, para que salgamos completamente satisfechos de la peluquería.
Si algo sabemos los que nos dedicamos a nuestra profesión es a calcular la velocidad a la que crece el cabello, por lo que es fundamental informar en cuanto nos sentamos en la butaca, de cuánto tiempo ha transcurrido desde el último corte. Sabiendo ese dato, nos hacemos una idea aproximada del trabajo que hicimos la vez anterior, y a partir de ahí, ya podemos preguntar si queremos que el corte sea el mismo o que lo dejemos más largo o más corto que la vez anterior.
Tener un poco de información que nos pueda llegar a ser útil a la hora de planificar un buen look, es importante: tampoco hace falta saber vida y milagros de nuestros clientes, pero la verdad es que ayuda conocer pequeñas cosas del día a día. ¿Quieres algo cómodo porque vas al gimnasio varias veces por semana? ¿Te lavas el pelo por las mañanas? ¿Qué tipo de productos usas? ¿Tienes tiempo para utilizar el secador o te gusta que se seque el pelo al aire? ¿Te gusta vestir informal o vas con traje y corbata todos los días? Esencialmente, lo que los peluqueros necesitamos es la suficiente información para realizar un corte que se adapte al estilo de vida y a la personalidad de nuestro cliente.
Por otro lado, ten en cuenta que algo tan sencillo como traer una fotografía con el peinado que deseas puede servir de gran ayuda. Te damos un truco: la mejor imagen que puedes enseñar es un primer plano tuyo luciendo un corte con el que te hayas encontrado realmente a gusto. Una foto de tu actor favorito o del influencer de moda al que sigas en redes sociales, no tiene en cuenta las características de tu cabello como el grosor, la textura, el color, la cantidad, o incluso los rasgos de tu cara,… No todo lo que le sienta bien a los demás te puede sentar bien a ti, y al contrario.
Y para concluir, un pequeño consejo: jamás le digas al peluquero frases como un simple lo quiero corto o hazme lo que tú quieras. Aunque parezca una tontería, la comunicación que puedas llegar a tener con tu barbero es esencial. No tan solo el cliente debe decir lo que quiere, sino que también nosotros, los barberos, debemos expresar nuestra opinión cuando lo que se nos está pidiendo es un corte que no se adapta a la forma de la cara o que, simplemente, no es posible hacerlo debido al tipo de cabello. Es básico dejarte aconsejar por tu barbero: él, mejor que nadie, sabe lo que te va a quedar bien, y su opinión es fundamental para salir de la barbería con la sensación de que te vas a comer el mundo.